FOTOGRAFÍA EN MOVIMIENTO


Una fotografía es realmente impactante no sólo cuando se logra una buena composición o si el sujeto u objeto es lo suficientemente atractivo, sino que lo que diferencia a una buena fotografía de una excepcional, es la sensación que logra trasmitirle al observador.

La fotografía en movimiento no es otra cosa que una foto que por cómo ha sido tomada, trasmite sensación de movimiento.


A diferencia de la fotografía de alta velocidad que detiene el movimiento de un sujeto u objeto utilizando velocidades de obturación muy elevadas (1/4000 segundos por ejemplo), la fotografía de movimiento es precisamente lo inverso, es fotografiar sujetos u objetos, pero utilizando velocidades mucho más lentas (1/10 segundos), lo que permite trasmitir esa sensación de movimiento y dinamismo que tanto impresionan.



Cómo lograr una sensación de movimiento

Baja la velocidad (de obturación): una manera muy efectiva de plasmar la sensación de movimiento en una fotografía estática es bajando la velocidad de disparo. Todo ese tiempo que dejemos nuestra cámara grabando la foto el sensor estará captando el movimiento del sujeto. Por ello, cuanto mayor sea el tiempo de exposición, mayor será el movimiento plasmado en la misma.
“Cantidad” de luz: éste es otro de los factores determinantes para realizar una fotografía en movimiento y que está en estricta relación con la velocidad de obturación. Cuanto más baja sea la velocidad de obturación, mayor cantidad de luz captará el sensor, por lo que corres el riesgo de sobreexponer la toma.

Estabilidad: si nuestra cámara no se encuentra lo suficientemente estable, además del movimiento propio del sujeto u objeto de interés, tendremos movimiento producto de las malas condiciones de estabilidad de la cámara. Importante por lo tanto acudir a todos los elementos posibles de estabilización que conozcamos (trípode, disparador remoto, etc.).